OBSTÁCULOS CRIOLLOS
OBSTÁCULOS CRIOLLOS A LA CALIDAD TOTAL II
Por: ALBERTO UMAÑA
CARRIZOSA
Afirmé, en
la primera parte, que la teoría administrativa de la Calidad Total es la
conjunción entre las relaciones obrero-patronales japonesas, con las prácticas
de medición y control de los anglosajones. Desarrollé allí lo que nos falta
para ser trabajadores a lo japonés y ahora, en esta segunda parte, me referiré
a las habilidades de medición y control de nosotros, los criollos. La Calidad
Total enseña que debemos controlar los procesos y no el producto final; si cada
proceso se realiza correctamente, el resultado final estará correcto; más aún,
si todo el proceso se mantiene en la cercanía de unos parámetros
predeterminados, entonces todos los productos finales serán, en su mayoría,
exactamente buenos.
Parte 2. Para
controlar un proceso se requiere que las personas que lo manejen midan
permanentemente las variables críticas del mismo, analicen estadísticamente
estas mediciones, las comparen con parámetros predefinidos y ajusten el proceso
para que no se salga de control. En cada etapa de todo proceso hay unas
variables críticas, que si las mantenemos bajo control, el resultado cumplirá
con las especificaciones requeridas y será satisfactorio para quien lo reciba.
Pues aquí
hay dos problemas: la cultura criolla no es buena para sacar papel y lápiz,
tomar medidas, analizarlas y aprender de ellas. Por otra parte, la mayoría de
los colombianos no poseen conocimientos de estadística elemental, para poder
manejar las mediciones.
Este país
funciona al ojo, los instrumentos de medición, y aún más, los de precisión, tienen
poco uso en nuestro territorio, no venimos de culturas para las cuales la
medición esté enraizada en sus costumbres. Además, si realizamos mediciones, la
exactitud de ellas es laxa; el concepto de precisión nos parece una necedad.
Dada esta
realidad, es indispensable incidir sobre nuestra educación para desarrollar en
los niños y en los jóvenes la práctica y la costumbre de la medición y la
precisión. Hace más de 10 años en el Ministerio de Educación Nacional (MEN), se
tomó conciencia de este hecho, y en el nuevo currículo para la enseñanza de la
matemática, en vigencia desde hace ocho años, se estableció un énfasis especial
para desarrollar en los niños las habilidades de la medición. Dos de los siete
grandes módulos en que se subdivide el programa de matemáticas, desde primero
hasta undécimo grado, están dedicados a subsanar estas carencias de nuestra
cultura nacional.
Los
problemas que nos quedan son básicamente dos: el primero, que las instrucciones
del MEN demoran en implementarse mientras se da, por parte del magisterio, todo
el proceso de adaptación y capacitación al nuevo programa; sin embargo, vale la
pena informar que existen varios grupos de maestros trabajando para reforzar
los conocimientos necesarios, para manejar el nuevo currículo. El segundo
problema que nos queda, el control estadístico de los procesos, es una práctica
que debemos establecer ya y los trabajadores colombianos de hoy no han pasado
por el nuevo programa educativo.
Corresponde
a nuestras empresas subsanar la carencia y montar sus propias escuelas de
medición y estadística, e insistir con sus subalternos en la práctica de la
medición y la precisión; por otra parte, recomiendo darle prioridad, en el
enganche de personal, a todo joven que sea bachiller; de esta manera premiamos su
esfuerzo por capacitarse y obtenemos un recurso humano con las bases para
aprender a controlar los procesos.
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