Volver a lo básico - Problemas con tintas y papel
Volver a lo básico - Problemas con tintas y
papel
Las impresiones de tirada corta, los plazos de entrega reducidos y
el deseo de los clientes de llevar su trabajo a otro sitio si la calidad del
mismo no alcanza sus expectativas son sólo algunos de los problemas que deben
enfrentar los impresores y convertidores a diario. Los impresores deben
controlar las variables del proceso para obtener trabajos de impresión con
concordancias de color consistentes, gráficos nítidos y textos legibles en el
menor tiempo y al menor costo posibles.
En gran parte, la repetibilidad y precisión del color, los
gráficos y el texto dependen de la cantidad de tinta colocada en la plancha y,
por consiguiente, en el sustrato. El espesor de la capa de tinta influye en la
calidad de impresión, pero el sustrato es otro factor que puede alterar las
características de la misma. Por ejemplo, el papel (el sustrato de uso más
común) puede influir ampliamente en el producto final, ya que varía en rigidez,
uniformidad del papel base, contenido de humedad, tersura, brillo, receptividad
de la tinta y luminosidad.
La homogeneidad de la capa de tinta puede depender del sustrato
(en este caso, las características del papel). El espesor típico de la capa de
tinta es de aproximadamente 1 micra, por lo que en un papel con una rugosidad
de superficie menor a 1 micra se produce la aplicación más tersa y el acabado
más brillante. Por desgracia, en realidad, esta situación ideal no se produce
con frecuencia. Por ejemplo, el papel con superficie más rugosa es preferible
en trabajos como el laminado, ya que los adhesivos se pegarán mejor en una
superficie menos tersa. El impacto negativo se compensa en términos de tersura
de tinta y brillo.
La receptividad de la tinta se ve afectada por el acabado de la superficie
del papel. Si las fibras se encuentran bien inter- conectadas y están
completamente incrustadas en el papel base, es más probable que la cobertura
(tinta u otra) quede tersa y con el espesor deseado. Por otro lado, las fibras
orientadas verticalmente o en otro patrón al azar, crearán una inconsistencia
en la cobertura.
La densidad de la tinta tiene correlación directa con el
porcentaje de pigmento contenido en el espesor de la capa de tinta. Esta carga
de pigmento es la que determina la mayor parte de la densidad, y la absorción
del papel cumple un rol de menor importancia. El espesor de la capa (no su
densidad) es lo que determina el brillo de la tinta. Dos capas de tinta con el
mismo espesor pero con diferentes niveles de carga de pigmento producirán los
mismos niveles de brillo pero diferirán en densidad. Se obtiene el nivel de
densidad al reducir la carga de pigmento para la tinta, lo que provoca un mayor
espesor de capa.
La forma en que el papel absorbe la tinta influye en el brillo. La
capa de tinta se transfiere de superficie a superficie por separación, lo que
produce un patrón de separación dentro de la capa que permanece hasta que la
tinta se nivela. Si la capacidad de absorción del papel es lo suficientemente
elevada, puede separar los aceites poco espesos de la capa de tinta antes de
que se produzca el proceso de nivelación. Si esto ocurre, la capa de tinta
retendrá el patrón de separación que causará cierta rugosidad, provocando la
dispersión de la luz y la reducción del brillo.
Existen otras causas por las que se puede disminuir la uniformidad
de la capa de tinta: una es el fenómeno denominado interferencia de agua. Esta
interrupción en la primera unidad de impresión puede ocurrir si la tinta avanza
por el sistema de entintado hasta el papel, donde puede entrar en contacto con
el agua que se encuentra suspendida tanto dentro de la capa de tinta como en la
superficie. El agua humedece el papel antes que la tinta y, si no se quita de
entre el papel y la capa de tinta por absorción u otro medio, la tinta quedará
moldeada, y tendrá menor densidad, poca uniformidad y una baja calidad de
impresión.
La luminosidad y la blancura del papel son esenciales en la
mayoría de los procesos de impresión. La blancura, según la opacidad de la
tinta, puede afectar el color final. Sin embargo, la blancura de la base no
sólo varía de proveedor en proveedor, sino varía a lo largo de un mismo rollo
de papel base. Si se utilizan tintas de mayor densidad (como tintas de
impresión tipográfica), las variaciones en la blancura del sustrato pasan
desapercibidas. Esto no ocurre necesariamente con otros tipos de tintas.
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